Ciervo fotografiado en las cercanías de Peña Mira.
Foto: Juan Pablo Martín.
En la sierra de la Culebra existen 6 especies de peces, 14 de anfibios, 14 de reptiles, 29 de mamíferos y más de 100 de aves nidificantes. Los principales mamíferos son el lobo (Canis lupus signatus), el ciervo (Cervus elaphus), el corzo (Capreolus capreolus) y el jabalí (Sus scrofa). Otros de los mamíferos importantes para el ecosistema son el zorro (Vulpes vulpes), el gato montés (Felis silvestris), el tejón (Meles meles), la nutria (Lutra lutra), la marta (Martes martes) y la garduña (Martes foina).
A lo largo de la historia, los ciervos y los corzos han sido siempre las principales presas salvajes de los lobos. Estos últimos hacen, y han hecho siempre, una gran presión sobre los ciervos, lo que en parte parece ser que ha provocado la expansión de los herbívoros, sobre todo los corzos, los cuales no han faltado nunca en la sierra de la Culebra.
El corzo (Capreolus capreolus) es el más pequeño de los ungulados salvajes de nuestro país. Los machos, a diferencia de las hembras, presentan unas cuernas de hasta tres puntas que se caen una vez al año y les vuelven a crecer de nuevo al igual que sucede en el caso de los ciervos. Los corzos son buena parte de la dieta del lobo ibérico, siempre se ha dicho que el lobo siente especial predilección por esta especie y nunca ha faltado en la dieta del lobo de la sierra de la Culebra.
No podemos decir lo mismo de los ciervos (Cervus elaphus). Esta es una especie de gran envergadura, pudiendo pesar los machos más de 150 kg y las hembras llegando a los 100 kg.
Aunque los dos ungulados de los que hablamos (ciervos y corzos) han pasado por momentos difíciles para su supervivencia, el ciervo a comienzos del siglo XX llegó a desaparecer
debido a la intensa caza a la que fue sometido por parte del ser humano.
